Su pasión por el maquillaje del rostro y su amor por la belleza han hecho que el maquillador profesional sea reconocido a nivel mundial gracias a su luz interna y a su esfuerzo, dedicación.

Ramón Alberto es un maquillista internacional de origen puertorriqueño que visitó el país para el lanzamiento oficial de la marca Palladio, producto enriquecido con vitaminas, y con beneficios anti envejecimiento para la piel no solo de mujeres sino también de hombres.

Por razones diversas, especialmente económicas decidió primero estudiar líneas áreas y turismo sin imaginar que lo suyo era estar rodeado polvos, rubores, delineadores, brillos al ejercer la profesión que ahora le ha permitió ser el Director Técnico Artístico de Palladio Beauty.

Por eso dar un vistazo de color a sus inicios resulta peculiar pues nunca se planteó ser director artístico ni mucho menos estar de cerca con reconocidas modelos y personalidades del espectáculo.

Eso que sería la envidia de muchos jamás entro en su mente, al contrario se describe como un ser que disfruta su trabajo y aprovecha las oportunidades que la vida le ha dado.

Con mucho cariño recuerda que quedarse sin trabajo hace unos años allá por septiembre 11 lo motivó a buscar un amigo quien le invitó a trabajar con él

“Por la necesidad de querer hacer algo y plata decidí trabajar como maquillista donde después de comenzar nunca pare porque le tome pasión que no sabía que tenía… me fascina lo que hago, me encanta ayudar a las mujeres y cambiarles su actitud, un maquillaje puede hacer cambiar muchas cosas”, compartió.

Rememora: “Yo no sabía que me gustaba, y cuando maquille a la primer mujer ya no pare porque quería más y de momento me di cuenta que eso quería hacer…al final descubrí que esto me encanta, al igual que cocinar.

Sus mayores tentaciones culinarias confiesa siempre ha sido la comida latina, comida criolla. “disfruto del arroz con guindales, pasteles rellenos con cerdo o pollo”.

Mirar mucho internet y su pasión por el color le ha llevado a escenarios importantes del mundo donde no solo acompaña a otras líneas cuando dan cursos, sino que le permiten estar cada día más actualizado.

Bolivia, Ecuador, Panamá, Colombia, México, República Dominicana, Estados Unidos son algunos de los países donde no solo ha conocido otras culturas sino que también aprendido del talento de otros profesionales del medio.

“Me encanta que conozcan que el maquillaje es tan personal e individual y que uno debe hacer lo que le gusta”.

Ramón Alberto se describe como un autodidacta que no necesita de demasiada información para desarrollarse en su campo, mismo que le ha llevado por las más glamurosas pasarelas del mundo.

Y aunque es originario en Puerto Rico disfruta de residencia en Miami gracias a su trabajo, pues ya son más de 20 años de trayectoria como maquillador profesional y desde donde ha colaborado con marcas como Lancome, Cle de Peau, Armani, entre otras.

Pero aunque ha maquillado a artistas reconocidas confiesa que su especialidad es maquillar a la mujer de día a día, la que no es modelo, pues ellas terminan disfrutando más de los beneficios que ahora su línea Palladio brinda.

Ramón Alberto confiesa que ser maquillista lo fue aprendiendo con el tiempo al disfrutar como le cambia el día a las mujeres con un maquillaje bonito, una palabra de aliento. “Cada mujer puede maquillarse como quiera, con su toque personal, pero nunca debe descuidarse de ella, siempre debe expresar un sentir y si es alegría, es mucho mejor”

Relata que las mayores dificultades con las que se ha encontrado no son sus conflictos sino de “las mujeres que conozco que se ponen trabas, paredes, obstáculos para realizar lo que quieren, yo al ponerles ese maquillaje cambio su forma de pensar”, sentenció.

En la actualidad Ramón Alberto no solo es un especialista en maquillaje, brinda entrenamientos y técnicas de maquillaje a especialistas en diferentes partes del mundo.

Y aunque nunca se imaginó encontrarse donde ahora está si confiesa que disfruta mucho lo que hace y da gracias Dios porque reconoce que sin él nada hubiese sido posible.